Estos textos serán leídos en septiembre 26 de 2025, en la lectura de poesía y ensayo "El paisaje poético de la ruina, en el marco de la XXIII Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Chile.”
Puentes y
pasadizos llagan al lugar hundido bajo una superficie. Túneles de inundación
sostienen el casco urbano, armado con paredes de diseño de granos de maíz. Allí
el sentir es indispensable entre energías invisibles de lo natural. Juegos de
turbinas en silencio, entre algas imperceptibles. Escuchar derrumba los altos
techos del miedo. Aun si se fuerza la vista, no se ve la resonancia de ojos que
quedan atrás.
Una
percepción que no considera el cambio de los elementos, ni relativice la
temporalidad, puede producir desastres. Vacilaciones estructurales,
obsolescencia tensional, desgaste de materiales, alteran la pulsión
contemporánea al control.
A la casa
sobre el arroyo se accede por el radio. Su estructura es un puente entre el
abandono y el bosque. Habitada y sola, conserva su materialidad en un otoño
extenso, musgo y humedad. Integrada al viento, resuena en insectos y telas
transparentes, resquebrajada en el concreto. Se recrea sin interrupción con
destellos de ventanas y objetos volátiles.
Un remanso
incluye su desaparición en un ciclo de viento. Trazado cuyos límites desbordan
la posibilidad de quietud. Un lago que gira en un aire pesado, visto doble para
vislumbrar los enigmas de un mar que relincha. Cascos resuenan en olas y
corrientes inmoladas en recuerdos.
Fueron leídos en agosto 26, 2025, en el ciclo “Voladores
de Luces. Conversaciones con la poesía chilena” (Sesión 15) en la ciudad de
Valparaíso.
Un objeto recubierto por un material cuya
superficie absorbe el 99.965% de la luz visible. La forma pierda volumen y se
ve completamente plana. La película que lo cubre está compuesta por millones de
nanotubos de carbono tan delgados que la luz rebota infinitamente hasta
desaparecer. No es un hoyo negro sino una espacio denso y plano con su
curvatura en expansión. La percepción pierde el infinito. Ocurre en la
superposición y el entrelazamiento del límite de la profundidad del aire.
El traductor automático de sonidos no registra
matices ni entonaciones. Una extensión plana donde ocurren abismos y cimas que
alteran en forma dramática el rumbo. Una vía que elimina el olor y texturas del
aire que se respira.
Su versión más avanzada reproduce todas las
posibilidades, y las ajusta a una cohesión lógica con un archivo de información
elaborado por contigüidad de ciertas marcas preestablecidas. Rompe toda
posibilidad de sostener una mínima relación con aquello que pretende describir.
Tareas pendientes aparecen repentinamente en
otro lugar. Ramas secas que aún no caen por su propio peso. Energías que
transforman dimensiones desconocidas.
La desaparición de las especies y la dispersión
de los materiales establecen un orden, un salto a otro espacio sin moverse.