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sábado, 6 de septiembre de 2025

«HAY QUIENES SE MEAN PARA QUE LES DIGAN DOCTOR», INÉDITOS DE HÉCTOR GIULIANO

 


FOTO DE MARTIN PARR


Héctor Giuliano (1947, Murazzano, Italia) publicó algunos textos en la Revista de poesía, dirigida por Juan Carlos Martini Real y otros en 65 poetas por la vida y por la libertad auspiciada por la Abuelas de Plaza de Mayo. Lo sigo en las redes sociales desde hace un buen tiempo y desde ahí testifico cómo Héctor, quizá sin saberlo, ha publicado más de un libro entre post y post. ¿Podría llamarse 
Parte diario?

—Yo nací en Italia —me confiesa — y mis relaciones con ella son de amor y odio. Mis lazos tienen más que ver con lo argentino. Sí hubo algo que me tocó de cerca: fue la pérdida del dialecto que hablábamos en casa, el piamontés. Se fueron muriendo mis padres, con mi hermano apenas nos vemos (vivimos geográficamente muy distantes) y de a poco ese fluir se fue opacando

Yo no me considero ni poeta ni narrador ni nada que se le parezca. Escribo sobre lo que se me ocurre, sin pretensiones ni esperanzas. Vuelco mis fuerzas en trabajos de albañilería, pintura, jardinería y oficios varios. De todos modos, no nos podemos partir por el medio y debemos soportar aquello que alguna vez elegimos. 

 

 

PARTE DIARIO

 

Hay quienes
se mean

para que les
digan doctor,
licenciado,

ingeniero,
técnico,
o gerente
de banco,
señor de las aves
y las nubes,
quien
se revuelca
en sus escritos
y poemas
y boludeces
y clama
por un alcahuete
con culo rosa
y boca dispuesta;
hay quienes
cuentan
y un auditorio se duerme
y en otro
bostezan,
¡vafanculo
con todos!
Le rasco
el lomo
a mi perro
mientras
la seda del ocaso
va lamiendo la quebrada
y mi corazón
goza
del fino aire
y los grillos
me recuerdan
cuanta ceniza
hay en esta tierra
y cuanto polvo
celoso.

 

 

Nada queda
del pasado:
ese muñecote
sin brazo
que Eva
acunó
hasta los quince,
el camioncito
de madera
que me claveteó
y encoló el Nono,
la pelota de trapo,
un juego de ludo
escaso de fichas,
esta navaja mocha
que cambiaría
el mundo
y apenas
corta un flan,
los perros
que nos dieron risa en la desgracia.
Nada queda
de las viñas y los caballos,
los alfalfares
y ese olor
cuando apenas segados,
la libertad en los callejones
y las pedradas,
las zambullidas
en los canales,
las siestas
que nos volaban
la cabeza,
el sol que creíamos cuyano
y era de todos,
los cerros amarillos
que nos encerraban
inexpugnables,
esos terrores fascinantes
de una gran ciudad
que llamaba
entre quebradas,
y el Sputnik del 57
que orbitaba la Tierra
y nos engolosinaba
a las nueve de la noche,
las esperanzas
y su placebo contiguo.
y tantas cosas
que es al pedo
escribirlas aquí.
Nada queda
hoy,
sino esta larga enfermedad
que muestra los dientes
y es presente
y futuro cantado.

 

Mi viejo
desconocía
la razón áurea,
el número uno seguido
de seis decimales,
esa delirante idea
de que las paralelas
se hostigan
en el espacio,
los cuatro dedos
que hacen
un codo
y los setecientos ochenta
codos
hacen a la mar profunda,
el esqueleto
que duda del peregrinar
amoroso,
que Dante dio por cierto,
y debe serlo
si lo dijo él.

Mi viejo
desconocía
el corazón
que amaña
el engaño sensual
y el error
que trasciende
tras la cólera
y el extraví
causado por el hombre sulla terra.
Cuando se le dio por concurrir
a la biblioteca comunal
para desburrarse,
ese viernes mustio
como mercado de esclavos,
lo agarró la guerra
y se lo llevó
a la manera
de un pulpo goloso
que se desembolsa,
embrolla un papel
y lo mete en una urna
donde llamean catástrofes
y se refocilan los peores eolos.
Durante su afectuosísima
permanencia
en un campo de trabajos forzado
en la verde Germania,
no tuvo noticias
de Bach o Beethoven,
menos que menos
de Schiller o Goethe
y apenas pudo respirar
un poco de vida
a través de un ventanuco
en aquella fábrica de caucho
que le cegó un ojo,
le ahumó los pulmones,
lo convirtió
en pingajo hipocalórico,
le dobló las lumbares
y le borró el alma
de un dedazo
para siempre.
Esto fue desde 1943
hasta muy mediados del 45,
preludiando
la Era de Acuario.

 

 

viernes, 5 de septiembre de 2025

MILAGROS MELEÁN. Inéditos. FRONTAL



Estos textos son una continuidad de un trabajo ya publicado llamado «Tomo». En ese primer ensayo, intenté establecer una especie de mapa donde trazaba una comunicación entre las distintas partes del cuerpo (interiores, visibles), por medio de una observación contemplativa y activa. A su vez, pensé en un planteamiento estético donde la no explicación me resultaba cónsono con lo que he estado escribiendo durante algunos años. Se trata de una forma que algunos llaman hermética, o conceptual; lo cierto es que a mí me resulta sencillo. Posiblemente, natural.

En este segundo ensayo (práctica, ejercicio, acercamiento, alejamiento, intento), me detengo a pensar en uno de los componentes del cuerpo humano. En Tomo, lo esbocé sin cuidado, con una ligera despreocupación por lo justo; me refiero al cerebro, que en este, digamos, Tomo II, es el centro. Hay algunas diferencias entre los tomos:

1. En el segundo sí hay signos de puntuación.

2. Los poemas en el primero pueden verse difusos.

Los textos a continuación, son una suerte de diálogo con el lóbulo frontal . ¿Por qué esto me resulta interesante? Últimamente, me interesa escribir lo que quisiera leer. Nada tiene que ver el tema, pero sí la forma. Cambia constantemente el modo en que me relaciono con el lenguaje, con la palabra. Admito que he buscado algunos métodos para tejer una idea escrita, para saber cuándo es necesario el verso –en mi caso–, o entender cómo funciona la depuración, incluso, desecharlo todo.

Trato pues, de escribir para invocar al detenimiento –al menos en estos tomos–, y pensar en el poema como un espacio donde puedo estirar, expandir o contraer las palabras, «salir» de esos lugares cotidianos que suelo otorgarle al pensamiento cuando no escribo.

Milagro Meleán


FRONTAL*



cómo supiste aparentar la inercia; una capacidad velocísima
para interpretar que el ojo habita en la sequedad, o aquel
reflejo minucioso por despistar al insecto de la cara. quién
adiestró en ti el impulso, hacerlo parecer una nobleza de la
repetición, de la sombra.

visitaste las puertas de lo ordinario, supiste que las voces
a tu alrededor te allanan al retiro: unos pasos más allá,
más lento, más rápido, alguna sincronía aparente; decisiones
implícitas del cuerpo.



te enteraste de lo posible, la salida a la discusión sobre quién
se lleva la última rebanada. te enteraste de lo imposible:
cómo se decanta el vestigio de la noche, hacia dónde llevar
al cuerpo ante el peligro de los paseantes; el significado de
la lluvia, atroz entre momentos, su servicio entre las ramas.

escuchaste en tu memoria –como quien se mece en la
experiencia–, los ecos de la balanza que rechina con un
grano de sal, una hebra de algodón en contrapeso.



acciono mi similitud con el agua, un viento noble encuentra
sus vocales en el rostro que llevo, el color que atestigua las
fauces, algunas arrugas en los párpados.

en un tiempo podía entregar lo blando de este cuerpo,
convertirlo en dimensiones de olas, simulación de aleteos,
comisura en la boca de los astros.

si no es de encima, ¿de dónde surge este fluir de la materia?
pienso, sí, en las líneas que soportan mi estructura:
interiores se asoman tras la hendidura,   y despiertan
destellos, armonías que comunican.

todo es tan exacto. escondido está quien lo permite.



pero dices que el camino es este que te invoca el
comportamiento. supiste comprender el resultado definitivo
tras la palmada, el paso en falso, la forma de mover las
manos, aquello que medita las palabras, tu postura ante los
otros.

después, entendiste que aquello que lleva el cuerpo es tu
deseo de elegir de esta manera. sabías que antes de pisar
con fuerza, o voltear la tortilla con las manos, reposaba
tu absoluta premeditación.

¿acaso vas a soltarlo?



viene de ti, es cierto. viene de ti esa ola, algunos le dicen
pensamiento gesticulado. viene de ti el mantra de las cosas,
quien le otorga sonido al pensamiento, y ese mismo sonido
es un hilo amarillo que nos cruza y se niega a ser palpable,
aunque su cuerpo es capaz de propiciar un beso o destruir
la tierra, todo cuanto conocemos.

viene de ti, es cierto, aunque nadie se detenga a recordarlo.
entonces no viene de ti, es de ese cuerpo y esa cara, es de
esa lengua y esos labios que antes parecían estar dormidos.
y esa voz, la hondura de los pequeños seres que ahora han
sido revelados para interpretar los abismos.



y ahora, ¿por qué te escondes? ¿creíste que no vendría a este
oculto? la pequeña intimidad que atesoras no es más que un
terrible desvanecimiento, un compartir lo solo en medio de
tus intentos por no destrozar el cráneo.

antes que todo sucediera ya sabías quién podías ser. ahora
despiertas; inmaculado el deseo por expandir secreciones,
movimientos fuera de lo ordinario, y susurras a todos tus
miembros, o fugacidades en la memoria aquello que ya
sabías.

a través de ti –canción minuciosa–, viene una semilla, un
gesto, una locura terrena por seguir las vértebras del tiempo.



* Al descubrir las funciones del lóbulo frontal, el sentido de estos poemas se revela. Sin embargo, si leemos fuera de contexto, a lo mejor, estos textos puedan referirse a otra cosa.


MICHAEL PRADO. «MADRE RAPADA»

Fotografía de Gregory Crewdson



 

TRATADO SOBRE EL EGO

en un punto el iceberg
                                     es deshielo
informe
rebasa línea tras línea y agudamente
                        discurre
                        más agua
                        de lo que suponías
                        lógica
                        men
                        te




COMENTARIO SOBRE EL GRAN VEHÍCULO

   todo dice dharma incluso la cola del mono sosteniéndose en las ramas del
hambre afilado abismo angosto punto de fuga donde converge buda mojón
y asfixia

   todo dice dharma incluso la ropa desteñida ahuecada en el ombligo las
cuestiones polvorientas también el rencor sobre la piel lo fractal entre colores la manguera enrollada y caliente incluso la saliva del ministro o las minúsculas
letras que nadie lee

   todo dice dharma incluso la muela troncal del hipopótamo el salto de la
rana venenosa el hongo inclinado hacia el noreste los poros sin punto negro o el maíz dorado hervido dulcemente

   todo dice dharma incluso la suegra el suegro dice dharma incluso la anemia
el cáncer los trastornos bipolares las cajas de pastillas que suenan como
maraca
   todo dice dharma la esponja de mar el ruido de la ducha las hortensias los
ficus redondos con forma de llama o corazón dice dharma incluso la montaña
el asesino la extorsión la orquídea que dilucida el área celeste de su abertura
   todo dice dharma incluso la silueta del pasto seco o la trotadora que en kilómetros salados de gota gorda el alocado punche que demostrándose a sí mismo quiere más y más pero le cuesta dice dharma incluso lo escuálido lo
tímido la flema dulce que pasea por tu boca antes que se embarque desfigurada en la fuerza del vector dice dharma incluso la idea de cristo incluso cristo
incluso la prostituta
   todo dice dharma incluso este momento la madrugada la cuculí que canta
en el cable sonriente o los nudos eléctricos donde se pierde cada familia
los sexos los códigos o las claves más cursis incluso el mashmellow dice dharma incluso el acierto incluso el error falla equivócate
   no digas dharma se dice dharma



APUNTES SOBRE TRILCE XVIII


la libertad no existe la celda
no tiene paredes la puerta
no tiene puertas la mente
que no cuenta delinea un cero
donde piensa el no pensamiento

la libertad no existe el reloj
no cuenta sus agujas no son
llaves que giran el instante
no es del tiempo que fluye
cuando el dos es menos dos

la libertad no existe la libertad
no comienza con L no habla
la madre en el alfabeto no hay
M de mente no hay comienzo
en la H tampoco está el fin

la libertad no existe el dedo
que señala la luna en el vacío
no existe distancia no hay
ir ni venir tampoco aquí y ahora
se expresa es nada sin límite 


SERMÓN SOBRE EL DAR

no te rindas     supera los regalos porque todo
fue tuyo en idas oraciones equipajes semejantes
a los ojos del lagarto ecualiza la fuerza de tus
manos en la fragilidad de los espaguetis porque
la porción o tu hambre no tienen talla ni calambre
tampoco lazos hermosos con la sal el cuerpo amado
caído colchón de cayos no te rindas da un igual
de lo que no tienes eso que fluye la totalidad
es solitaria superficie de alfajor o módulo agrícola
cuídate de lo recibido el deseo apareándose con
otro deseo en una caja es futuro incierto mano en blanco
y negro que polariza el don no son redondas las luces
aunque un vidrio caliente manipule la demencia
lo carbonizado sobre parrillas soplando el perfume
muerto recuerda cada distrito funda su ceguera
presupuesta sus semillas secas como trapos de
cocina flexibles cuadriculados no no te rindas
da tu da tu merengue date sin materia sin plancha ni idea
básicamente sin tu débil imagen refugiada en un punto
de reflejo polvo de violín o patrón que tras lo sacro
será lo único trazado sopla fua no te rindas recibe
consume vacío zurda translación en par satelital
de orejas en silencio tu nombre ya se dijo muchas
veces antes que nacieras como el aborto de la vaca
que nació infinitas veces o el miau miau que después
del almuerzo continúa arañando el cortex corrugado no
te rindas a calculadoras largas o impuestos de incalculables
esferas de pavor clandestino o periódicas fotografías
que arriban en tu rostro de buda sonríe date vacío en cada
frontera percute con tu bodega surtida en cuero estírate
como se estira esa telaraña paciente de palabra y viento


TRATADO SOBRE EL ENTRE

sé local y frota una piedra con otra piedra
chispas señalarán chispas eso renueva un área
lúcida no hay donde son los fuegos artificiales
coloridos asteriscos que sobrepasan imágenes
focos despiertos que alimentan áreas comunes
no caigas en la depresión los presidentes aún
ruedan fetales los decretos no son el lenguaje
la vida o la muerte en el corte transversal peruano
frota piedra con piedra y hermanas en sintaxis
hablará la compasión no te guíes de lingüistas
de filósofos o poetas no hay humanos ni
decanos ni administrativos en la lengua solo
frota una chispa con otra chispa y en el fondo
de la mina donde la sombra muere y el oro
encubierto de polvo vale más que un jilguero
descuartizado en escarcha no caves más oxíge
                                      no no
no hay falta aunque tu abdomen actualice las
aristas enrojecidas del carbón frota una palabra con
la siguiente un instante lúcido aflorará verás la fina
mente cincelada hasta lo eléctrico y expandida
como anguila el rendimiento supremo de cada
continente no tendrá orilla ni pedestal ni olerá el
formol conjúgate en los pallares que tanto dan y no
reciben es el fuego vacío alégrate no te aflijas porque
el significado tampoco significa ni aquí ni ahora
reactualiza solo reactualiza y mediante nada nada
a 8743 msnm la gramática caerá con grito canoso
lecho de alivio anillado resorte de hebra roja hinchada
como intestino no te detengas date habla siempre
bienvenida porque la acción resplandece con ritmo
baile o verbo son de paz en expansión masiva no
esculpas lápidas trofeos sé anillo tras anillo hueca
            es la dicha que responde sin decir